Diego Maradona
Diego Armando Maradona, el mejor futbolista de la historia, es reconocido en cualquier rincón del planeta. Es un ejemplo de talento y de pasión por el deporte. Puede ser catalogado como ángel o como demonio, según con quién se hable.
Diego, o “Pelusa”, como le decían sus padres por el aspecto de su pelo, nació el 30 de octubre de 1960. Se crio en lo más bajo del conurbano bonaerense, en Villa Fiorito. Sus padres eran “Don Diego” y “Doña Tota” y tenía siete hermanos, siendo Diego el quinto de ocho. Fiorito, la Meca para los maradonianos, fue donde Diego creció y se formó futbolística y deportivamente.
A los 9 años ya jugaba en Los Cebollitas, equipo juvenil de las inferiores de Argentinos Juniors. Allí se destacó hasta los catorce. A esa edad, fue fichado oficialmente por el club de La Paternal. No pasó mucho tiempo hasta que lo hicieron debutar en el equipo de primera división. Con 15 años, a solo diez días de cumplir 16, jugó su primer partido oficial en el primer equipo.
En 1979, con 18 años, el apellido Maradona empezó a resonar en el mundo. Diego se hizo notar en el mundial juvenil de Japón, en donde no solo fue la figura del certamen, sino que, también, anotó un gol en la final, que la selección argentina le ganó a la Unión Soviética por 3 a 1.
A principios de 1981, Argentinos Juniors recibió varias ofertas por el pase de Maradona. Pero el que le ganó la pulseada, tanto a River como a clubes europeos, fue Boca Juniors. Diego decidió firmar para el club no por cuestiones económicas, sino por cuestiones personales, ya que este era el club de sus amores. No tardó en ser figura del equipo. Luego de seis meses, 40 partidos y 28 goles, Boca se consagró campeón del torneo Metropolitano 81, con Maradona como abanderado.
En 1982 Diego dio un salto al fútbol de alto nivel. En febrero de ese año, jugó su último partido con Boca porque lo citaron de la selección mayor para disputar el mundial de fútbol España del 82 y debía concentrar con el plantel.
El mundial no fue lo que todos esperaban que fuera. La selección argentina quedó afuera en lo que hoy en día conocemos como “cuartos de final”. En aquel certamen, Diego marcó sus dos primeros goles mundialistas. Pero no se despidió de España. Se quedó en Barcelona, donde jugó los próximos 2 años en el Fútbol Club Barcelona. No obstante, su paso por el club catalán no fue para nada exitoso. Afectado por una hepatitis que lo dejó fuera de las canchas por tres meses, lesiones y una mala relación con el presidente del club, Diego se despidió de España en julio de 1984, con 58 partidos y 38 goles.
Ese mismo mes, se mudó de Barcelona a Nápoles. Firmó con la Società Sportiva Calcio Napoli, o Napoli, por 8 años. Maradona alcanzó su pico de grandeza en aquel club: en su primer año en la Serie A, Diego convirtió 14 tantos.
No tardaría en llegar un nuevo mundial con la selección mayor: México 86. Fue el mundial donde Diego se coronó como el mejor de todos los tiempos. Bajo la conducción de Bilardo, la selección argentina se consagró campeona por segunda vez en su historia. En 7 partidos, Diego dio 5 asistencias y marcó 5 goles, uno de ellos, que tuvo lugar el 22 de junio contra Inglaterra, es considerado el más lindo de la historia de los mundiales. Diego se retiró de México con más que una copa del mundo. Volvió a la Argentina con el título de figura del mundial, de mejor jugador del mundo y con el cariño de un país entero.
Para culminar ese gran año, Diego volvió a Nápoles para así ganar el primer Scudetto en la historia del club y la Copa Italia; algo que era impensado para el Napoli en ese entonces. En la temporada 89-90 Maradona obtuvo su segundo Scudetto con el club y la copa UEFA. Fue así como Diego se convirtió en una especie de semidiós para los napolitanos y probablemente lo siga siendo de aquí a muchos años.
En 1989, Diego ya había tenido dos hijas, Dalma y Giannina, con su mujer, Claudia Villafañe, con quien se casó el 7 de noviembre de ese mismo año.
Llegó el mundial de Italia 90 y la selección quedó en segundo lugar, luego de haber perdido la final contra Alemania. Diego se despidió sin goles. En 1991 tuvo su primer percance con la droga y el antidopaje. Fue suspendido por 15 meses por consumo de cocaína.
En 1992 Diego se despidió de su querida Nápoles con 259 partidos y 115 goles. Esta vez, desembarcó en Sevilla. Aunque otra vez, España no fue un destino airoso para él. Jugó solamente 26 partidos y convirtió 5 goles, dando así fin a su carrera en el viejo continente.
Diego Maradona volvió a la Argentina y pasó por el equipo rosarino, Newell’s Old Boys. Allí disputó únicamente 5 partidos. Maradona volvió a la selección en 1994, después de su suspensión. Ese mismo año jugó su último y conflictivo mundial en Estados Unidos. La selección argentina quedó eliminada en octavos de final y Diego volvió a ser suspendido por dar positivo en una prueba de antidopaje por consumo de efedrina. La droga fue consumida sin intención, ya que hubo un error de los especialistas que quisieron darle un energizante de venta libre. Ese día dijo sus famosas frases: “No me drogué. Me cortaron las piernas”. Esa fue su última actuación en el seleccionado argentino. Se retiró de la selección con 91 encuentros disputados y 34 goles.
Diego anunció su retiro del fútbol para dedicarse a la dirección técnica. Tuvo dos pasos insignificantes como DT de Deportivo Mandiyú y Racing Club de Avellaneda. Pero Diego quiso más. Un último paso por Boca era la mejor forma de cerrar su carrera como deportista. En 1995 firmó nuevamente con Boca Juniors, club donde se retiraría dos años más tarde. Fue así como le dijo adiós al fútbol definitivamente, el 25 de octubre de 1997, con 312 goles en su carrera.
Lejos del fútbol, Diego vivió infinitos problemas personales, relacionados a las drogas, a la familia y a su salud. Ha tenido litigios por violencia de género y demandas por no reconocer al menos a cuatro de sus hijos.
En 2008 fue elegido como DT de la selección argentina de cara al mundial 2010. Sus resultados no fueron los ideales y, acabado el mundial, Diego abandonó el cargo.
Continuó dirigiendo diversos clubes de fútbol, aunque ninguno de alto nivel y sin apariciones significativas. En 2019, Diego, con 59 años, se convirtió en el director técnico de Gimnasia y Esgrima de la Plata. Su último club previo a su muerte. Con varios problemas de salud y adicciones al alcohol, Diego Maradona falleció el 25 de noviembre de 2020, a causa de una descompensación cardíaca. La noticia causó desconcierto y sorpresa en todo el mundo. Figuras, tanto deportivas como políticas, le rindieron homenaje y el fútbol mundial estuvo de luto por al menos dos semanas enteras. Fue así como este deporte perdió a su máximo referente. La imagen de Diego Armando Maradona quedará inmortalizada por siempre.