Richard Harris aceptó uno de sus papeles más famosos bajo la amenaza de una niña de once años. El actor veterano no tenía ningún interés en aceptar un papel en una saga como la de Harry Potter, porque no se quería comprometer y no quería estar ligado a la franquicia de una sola película.
Su aparición en Harry Potter fue el último papel de su carrera cinematográfica, que duró medio siglo. Una carrera que, de no haber sido por la tuberculosis, no hubiera sucedido.
Richard Harris nació en Limerick, Irlanda, el primero de octubre de 1930. Sus padres, John y Mildred, eran católicos devotos, y Richard fue el sexto de nueve hijos.
De niño, su gran pasión y aspiración era el rugby. Era un jugador talentoso que, mientras estaba en la secundaria Crescent College, jugó en varios torneos y disputó diversos trofeos. Parecía tener un futuro prometedor con el rugby, hasta que se contagió de tuberculosis y lo dejaron en la banca.
Después de recuperarse de la enfermedad, Harris se mudó a Inglaterra. Como quería ser director, buscó un sitio donde le enseñaran. Sin embargo, no pasó la audición para entrar a la Real Academia de Arte Dramático, o RADA, ni para estudiar en la Universidad de Locución y Arte Dramático (Central School of Speech and Drama), porque creían que a los veinticuatro, Harris era ya mayor para ser un buen estudiante.
Finalmente, Harris se inscribió en la Academia de Música y Arte Dramático de Londres, o LAMDA, para estudiar actuación. Todavía siendo estudiante, Harris alquiló el pequeño teatro Irving y dirigió su propia producción de la obra Winter Journey. A pesar de tener mucho éxito, la obra fue un desastre financiero. Harris perdió todos sus ahorros y terminó sin casa.
Al graduarse de LAMDA, se unió a la compañía de Joan Littlewood y consiguió papeles en algunas de sus producciones. Harris pasó casi una década aprendiendo sobre el oficio en los escenarios de Gran Bretaña, pero era completamente desconocido fuera del círculo teatral.
En 1957, Harris se casó con Elizabeth Rees-Williams, con quien tuvo tres hijos: Jared, Damian y Jamie. Sin embargo, la pareja se divorció en 1969.
En 1958, Harris debutó en su primera película, Alive and Kicking, y luego, en 1959, obtuvo un papel en Misterio en el barco perdido. Harris odió tanto la experiencia que tuvo, que se negó a volver a Hollywood durante varios años.
A pesar de haber abandonado la meca del cine, siguió apareciendo en películas. Tuvo un papel importante en Los cañones de Navarone en 1961 y al año siguiente protagonizó junto a Marlon Brando Rebelión a bordo.
En 1963 tuvo su primer protagónico en la película El ingenuo salvaje. Harris se llevó el premio al Mejor Actor del festival de Cannes y también fue nominado para el Oscar, por su actuación de jugador profesional de rugby.
A El llanto de un ídolo le siguió el protagónico de la película italiana El desierto rojo en 1964. Logró más fama con una de las obras maestras de Sam Peckinpah, Mayor Dundee, en 1965. En 1966, actuó como Caín en La Biblia, película de John Houston. También actuó de Rey Arturo en la adaptación al cine del musical de Broadway Camelot de 1967. Después del éxito de Un hombre llamado caballo, de 1970, Harris fue elegido como la novena estrella más popular del Reino Unido.
En 1974, Richard se casó por segunda vez, esta vez con la actriz estadounidense Ann Turkel. Se divorciaron en 1982, pero siguieron siendo buenos amigos.
A pesar de ser aclamado y tener premios que respaldaran su categoría, Harris tenía la costumbre de aceptar papeles que muchos consideraban que estaban por debajo de su nivel. El más criticado fue el papel que tuvo en Orca, la ballena asesina, una película inspirada en Tiburón de 1977.
Harris se tomó un período sabático en los años ochenta, pero volvió en 1990 para actuar en El prado, papel por el cual obtuvo una nominación a los Globos de Oro y a los Oscar. Dos años después, apareció en Sin perdón, el elogio de Clint Eastwood hacia los Westerns. El film ganó el Oscar a mejor película del año. Su próximo rol en una ganadora del premio Oscar fue en 2000, cuando actuó en Gladiador.
En 2001, le presentaron lo que sería su último papel. Había comenzado la producción de una saga de películas basadas en los libros exitosos de Harry Potter. Le ofrecieron el papel de profesor Albus Dumbledore y, como lo hizo Sean Connery, lo rechazó. Harris sabía que su salud estaba deteriorando y no tenía interés en empezar algo que no pudiera terminar. Pero a su nieta no le pareció una razón válida. Cuando se enteró de que su abuelo había tenido la oportunidad de estar en la película de sus libros favoritos, lo amenazó con dejar de hablarle si no tomaba el papel. A pesar de tener miedo de que este papel le hiciera sombra a todo el resto de su carrera, actuó como Dumbledore en Harry Potter y la piedra filosofal, de 2001, y Harry Potter y la cámara secreta, de 2002. En agosto de ese año, le diagnosticaron la enfermedad de Hodgkin, después de que lo hospitalizaran por neumonía. Murió el 25 de octubre de 2002 a los 72 años, solo dos semanas y media antes del estreno de Harry Potter y la cámara secreta.