Frank Sinatra es, posiblemente, el cantante estadounidense más famoso del siglo xx y, hasta el día de hoy, su música sigue influyendo la industria. Frank nació el 12 de diciembre de 1915 de padres italianos inmigrantes que se asentaron en Hoboken, Nueva Jersey, Estados Unidos. La madre de Sinatra, Dolly, trabajaba como partera, y, también, tenía una clínica clandestina de abortos. Su padre era un boxeador que se hacía llamar Marty O’Brien. Sin embargo, luego de un tiempo, dejó el deporte y se unió a los bomberos y hasta llegó a ser jefe del cuartel.
Los padres de Sinatra no tenían problemas económicos; incluso durante La Gran Depresión, su madre le daba un poco de dinero para salir con amigos y comprarse ropa costosa. Es muy probable que el carácter resiliente y, posiblemente, abusivo de su madre haya ayudado a que Sinatra gane confianza en sí mismo, lo que luego sería parte de su encanto irresistible.
Frank empezó de pequeño a escuchar jazz, género muy popular en su época: así nació su amor por la música. Uno de sus tíos, Domenico, le regaló un ukelele para su cumpleaños número quince y, no mucho después, Sinatra lo tocaba, tanto en público, como en privado.
Frank perteneció, por muy poco tiempo, a una banda que nada más lo había dejado unirse porque tenía coche y eso les facilitaba el traslado. Luego, Frank encontró el éxito como solista en la discografía Columbia Records, que lo contrató como cantante en 1943. Su primer disco como solista, La voz de Frank Sinatra, se lanzó en 1946. Sin embargo, a pesar de un primer éxito, el auge amainó y, a principios de los años cincuenta, su carrera se había frenado.
Sinatra tomó esta oportunidad para ir a Las Vegas y se convirtió, con rapidez, en uno de los músicos más reconocidos. Formaba parte del grupo “Pandilla de ratas”, que, casi siempre, estaba compuesto por Frank, Dean Martin, Sammy Davis Jr, Peter Lawford y Joey Bishop. Sinatra cantaba en múltiples salas con localidades agotadas por la gente de la élite.
A principio de los años cincuenta, Sinatra demostró que no solo tenía talento para cantar, sino que, también, tenía dotes actorales: ganó un Globo de Oro y un Óscar al mejor actor de reparto.
En los años cincuenta, Sinatra siguió lanzando discos de alta popularidad como In the Wee Small Hours en 1955, ¡Canciones para los amantes del swing! en 1956, y, el todavía popular, Come Fly with Me y Only the Lonely en 1958.
Sinatra continuó su carrera actoral y no se conformó con haber roto varios records con sus discos. Luego de su premiada actuación en De aquí a la eternidad, siguió teniendo éxito en películas como El hombre del brazo de oro, de 1955, y El embajador del miedo, de 1962. Incluso hizo apariciones en los musicales más taquilleros de todos los tiempos, como Un día en Nueva York, que debutó en 1949, el todavía popular Guys and Dolls, de 1955, y Alta Sociedad, de 1956. Hasta ganó un segundo Globo de Oro por su performance en el musical Pal Joey, que debutó en 1957.
Uno pensaría que un músico y actor así de talentoso sería un experto en casi todas las áreas musicales, pero, la verdad, es que Sinatra nunca aprendió a leer música, pero supo entender cómo se construía y qué funcionaba.
Incluso desde temprana edad, Sinatra demostró ser diligente y perfeccionista: trabajaba, incansablemente, para mejorar su desempeño y su conocimiento de la música. Su perfeccionismo lo llevó a manejarse con excelencia en el escenario mientras cantaba e improvisaba en vivo.
Sin embargo, a pesar de tener un buen desempeño en su vida profesional, Sinatra, a quien sus fanáticos apodaron “Ol’ Blue Eyes” (viejos ojos azules), tuvo una vida privada revoltosa. En 1939, se casó con Nancy y tuvo tres hijos: Nancy, Frank Jr y Tina. Durante su matrimonio tuvo muchas amantes, entre ellas la que sería su segunda esposa, la actriz Ava Gardner, con quien se casó en 1951, luego de haberse divorciado de Nancy. Pero su segundo matrimonio tampoco funcionó: a menudo, Ava y Frank peleaban en público. En 1957 se divorciaron, pero permanecieron buenos amigos; incluso Sinatra cuidaba de las finanzas de su exesposa.
Frank tuvo romances con Lauren Bacall y Juliet Prowse, pero se casó con Mia Farrow en 1966 y se divorció de ella dos años después. Luego, se casó con Barbara Marx en 1976 y permaneció con ella hasta su muerte.
A menudo, el cantante tenía tendencias violentas para con las personas que él pensaba que lo habían despreciado o que no concordaban con sus opiniones. Se lo asoció con varios presidentes americanos, como Harry S. Truman y Ronald Reagan, pero era más cercano con John F. Kennedy, a quien invitaba a su casa en Hollywood, donde disfrutaban de fiestas juntos. Sin embargo, Kennedy lo desairó cuando, en 1962, el FBI lanzó una investigación por sus presuntas conexiones con la mafia.
Mientras Sinatra negaba cualquier lazo con la mafia, se sabe que estuvo presente en la Conferencia de La Habana de la mafia con Lucky Luciano en 1946. Sinatra jugaba golf con Sam Giancana y era, presuntamente, un admirador de Bugsy Siegel. Igualmente, a pesar de todo, Frank se convirtió en un ícono americano. Incluso, el Gobierno le entregó varias condecoraciones prestigiosas, como la Medalla Presidencial de la Libertad, en 1985, entregada por el presidente Ronald Reagan, y la Medalla de Oro del Congreso, en 1997. A lo largo de su vasta carrera, ganó once premios Grammy, entre ellos, uno a la carrera artística, y clasificó en la lista de las cien personas más influyentes del siglo xx de la revista Times.
Frank Sinatra murió de un infarto el 14 de mayo de 1998, en Los Ángeles, a los 82 años de edad. No obstante, su legado y su música continúan viviendo en el corazón de cada persona, de cada generación, que tiene afinidad por el swing y el jazz.